Artículo escrito por:  Ana Lin Juárez.

A medida que el contexto social va evolucionando mediante la adaptación del mismo a las nuevas tecnologías así como a las nuevas necesidades sociales y empresariales, observamos detenidamente cómo nuevas formas de resolución de conflictos van surgiendo y tomando protagonismo, dada la eficacia del proceso.

En muchas ocasiones, a la hora de resolver conflictos mediante reclamaciones o pleitos, el tiempo invertido se vuelve un factor costoso dentro del ámbito empresarial. No sólo hay que tener en cuenta los conflictos existentes, sino también, por ejemplo, la situación de ansiedad o depresión de los trabajadores. Debemos resaltar los costes emocionales de estos conflictos:

• El tiempo invertido en resolver los conflictos se vuelve agotador al alargarse por no lograr una solución y causa estrés a las partes.
• La calidad de las decisiones no es la misma ya que al durar más, se van perdiendo los motivos reales para la resolución del conflicto.
• Se pierde productividad ya que aparece la desmotivación por resolver el conflicto.
• En ocasiones, debido a la tardanza de la resolución, personal importante y cualificado decide marcharse de la empresa.
• Pueden aparecer bajas o enfermedades derivadas del estrés generado por la situación.
• La imagen de la empresa puede deteriorarse debido a la mala gestión de la situación.

Por tanto, la mediación como elección para resolver conflictos se vuelve beneficiosa en todos los casos y, en términos de costes, se traduce en una sabia decisión que además de tener un bajo coste, resulta con la exitosa resolución del conflicto en cuestión.

Gracias al encuentro de las partes ante un mediador, se pueden solucionar situaciones sin necesidad de romper las relaciones entre cliente-empresa o bien entre trabajador-empresa y, está demostrado, que la resolución puede ser efectiva en un breve períiodo de tiempo, con el consiguiente ahorro económico para la empresa, que puede ganar experiencia y aprender a manejar situaciones de conflicto en un futuro, lo cual, para muchas de ellas, supone alcanzar una imagen y una reputación de considerado reconocimiento.

La importancia del mediador en la empresa del futuro

Es, por tanto, de vital importancia comunicar los beneficios de este proceso y tener en cuenta que, al final, la figura del mediador en la empresa va a ser un requerimiento esencial en el futuro, dada su labor de comprensión y aportación de ideas innovadoras para lograr el éxito en la gestión de conflictos.

La mediación puede ser integrada en cualquier actividad profesional, siendo incluso necesaria en muchas de ellas, especialmente en el ámbito legal.

Los conocidos como métodos alternativos de resolución de conflictos (ADR), han ido ganando terreno durante los últimos años dentro del sistema judicial, completando la idea de justicia que se quiere trasladar al ciudadano. Estos métodos tratan de aliviar la carga judicial, proponiendo soluciones rápidas, efectivas y adaptadas sin la necesidad de llegar a juicio, más que cuando sea necesario.

Esto se logra mediante la creación de un ambiente pacifico donde las partes pueden sentarse a hablar de manera relajada y estudiar cómo resolver las diferencias teniendo en cuenta sus circunstancias, posibilidades y encontrando la manera de explotar sus capacidades de resolución de conflictos al máximo. En comparación con el procedimiento judicial, la mediación es mucho más sencilla de llevar a cabo y ofrece verdaderas oportunidades a todos los operadores jurídicos potenciando las capacidades de gestión de las futuras situaciones de conflicto.